Mientras algunos afinan listas y otros apuestan al misterio, la política local cocina acuerdos y traiciones rumbo a las elecciones 2025.
En el Partido de La Costa, la rosca política está en llamas. Con 79.178 electores listos para definir quién se queda con la lapicera en 2025, los dirigentes miden cada paso como si fuera la última jugada en un truco de alto riesgo.
Desde el PRO, Matías Porta parece decidido a cerrar con La Libertad Avanza (LLA). Desde Mar del Plata, corre el rumor de que podría ocupar el segundo lugar en la lista libertaria, pero Roxana Cavallini no suelta la denuncia de los calefactores como si fuera la última carta en su mano. Sin embargo, cerca del fiscal (y de Porta) aseguran que “la causa está más fría que un aula sin gas”. Consultado, Porta se despachó con una frase digna de remera: “Soy inocente y la justicia me va a dar la razón”.
En paralelo, Sergio Santana, operador cercano a Cristian Ritondo, dispara sin dar nombres: “En unos días todos se van a sorprender”. ¿Habrá bomba o es sólo humo para agitar el avispero?
La jefa local, “La Ro”, juega al misterio mejor que en las novelas de Netflix. Los pasillos repiten que “ella no será candidata”, pero nadie apuesta un café a que no aparezca a último momento para salvar las papas.
En el Frente Renovador, los teléfonos están más callados que nunca. “Estamos cómodos en la alianza”, repiten como mantra, aunque algunos admiten que el acuerdo sirvió más para la foto que para consensuar algo. Los de Favale se muestran como los únicos con criterio propio, mientras miran la rosca de lejos… con pochoclos en la mano.
Del lado del oficialismo, la frase de cabecera es: “hay nombres, hay voluntades, pero hay una sola lapicera”. Y esa birome, dicen, está bien guardada en un cajón con llave.
En los vecinalismos, el movimiento no para: Oscar Prioletta ya está listo para salir a la cancha con Compromiso Vecinal La Costa, mientras que en Alternativa Vecinal La Costa siguen buscando candidatos y esperan que los escandaletes de Evangelina Cordone hagan el trabajo sucio debilitando rivales.
El nuevo espacio, Hacemos La Costa, parece apostar a Juani Ojeda como primer nombre, aunque hay quienes sueñan con un frente que junte radicales díscolos y peronistas desencantados en un combo explosivo.
La UCR no se queda atrás: “Nadie sabe muy bien qué quiere el otro”, se resignan dirigentes radicales. Daniel López ya suena fuerte para encabezar, pero la incógnita pasa por saber si irá con LLA o con Somos Buenos Aires.
Con casi 80.000 electores que pueden dar vuelta cualquier resultado, la rosca está más viva que nunca. Las próximas semanas dirán si hay acuerdos de hierro o si cada uno sigue jugando su propio partido… a cara de perro.
