El brote de coronavirus obligó a la toma de medidas excepcionales para evitar la propagación de la enfermedad y esto trajo aparejado una disminución en las ventas de la mayoría de los comercios.
Un clásico de cada año durante el fin de semana largo de semana santa son las roscas de pascua. En esta oportunidad, en promedio, se registraron unas 120 ventas por local en La Costa cuando anteriormente se solía vender unas 400.
En relación a los precios, la mayoría de la materia prima aumentó pero se mantuvo un valor que rondaba en los $200 por rosca con la habitual crema pastelera, guindas y granelas.
Cabe destacar que la reducción del consumo también se vincula a que no hubo movimiento turística dada las circunstancias de público conocimiento que prohíbe la circulación para contener los contagios por COVID-19.
Un panadero costero contó a TVC5 que trabajaron a un 30% de lo que lo hacen generalmente pero aseguró que «la parte económica se puede mejorar» y que es momento de «priorizar la salud».