Humo blanco en Tandil y humo de colores en La Costa | Radicales con paz, pero sin nombres

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La cumbre radical en Tandil trajo calma institucional, pero en el Partido de La Costa el armado local sigue siendo un laboratorio político donde nadie quiere poner la cara… todavía.

La noticia del acuerdo en el Comité Provincia de la UCR bonaerense generó un poco de humo blanco, de ese que anuncia paz (al menos por ahora) y, lo más importante, permiso para que los comités locales decidan sus alianzas sin esperar la bendición del Vaticano radical.

Entre aplausos controlados, medialunas tibias y declaraciones moderadas, los intendentes del interior celebraron que el partido “no termine en la justicia”. En la Costa, sin embargo, lo que parecía humo de consenso, se mezcló con humo de parrilla, incienso político y alguna que otra cortina de vapor de egos en ebullición.

Todos juntos, aunque alguno se tape la nariz

Según las lenguas filosas del comité costero, el concejal mandato cumplido, asesor y ex presidente UCR La Costa, Leandro Alonso ya lo habría dicho sin vueltas: “Si queremos ser competitivos, tenemos que ir todos juntos… aunque alguno se tape la nariz”. El problema no sería tanto el perfume, sino quién lleva el auto, quién maneja el GPS y quién va atrás del todo tratando de que no lo vean.

Los Delmonte boys, por su parte, ya tendrían una herramienta electoral propia en el baúl —lista, con papeles y todo— por si hay que tomar otro camino fuera del eje provincial. El manual dice “respetar la línea partidaria”, pero también permite usar Waze si el tránsito se pone feo.

Mientras tanto, el espacio de los López, más sobrios en lo personal pero no tanto en lo político, “estarían viendo si pueden entrar por arriba en la LLA antes que negociar abajo con los mismos de siempre”. El algoritmo de La Libertad Avanza no es muy amigable con los radicales, pero en una de esas algún filtro los deja pasar.

Nadie quiere ser candidato, pero todos quieren decidir

El otro gran drama es el de siempre: los que quieren ser candidatos para 2027 no quieren jugar ahora, y los que quieren jugar ahora o no son radicales o no los conoce nadie. La vieja guardia sigue mirando con desconfianza al espejo, y el espejo ya ni les devuelve la imagen de 2001.

Los históricos como los Magadan, Grande o Romero aún no mostraron las cartas, pero tienen peso específico. Algunos los llaman “el factor silencioso”, otros simplemente “los que esperan que explote algo para salir en escena”.

En resumen: humo blanco en Tandil, humo variado en La Costa, y un radicalismo que todavía no encuentra el encendedor para prender la mecha… pero ya tiene el combustible.