A partir de la cero hora del domingo 19 de este mes se deberán adelantar los relojes una hora en todo el territorio nacional. De esta manera, quedará establecido un nuevo horario estival, que apunta al aprovechamiento de la luz solar y el consecuente ahorro de energía, tal como lo prevé la ley 26.350, sancionada en diciembre de 2007.
La medida fue aconsejada a la presidenta Cristina Kirchner por la Secretaría de Energía, que, al relevar experiencias anteriores, juzgó muy ventajoso desde el punto de vista del sector eléctrico en su conjunto» el cambio de huso horario durante el período estival.
En años anteriores, el cambio horario no estuvo exento de polémicas. Los sectores más afectados fueron los turísticos, y en particular los gastronómicos y de espectáculos. Mientras estudios oficiales indicaban que el ahorro resultaba muy beneficioso en el contexto de la crisis energética y lo ubicaban entre 5 y 7 por ciento, informes del sector privado establecían sus beneficios en un rango mucho menor: hablaban de un ahorro de entre 0,5 y 1,5 por ciento.