El candidato demócrata, Barack Obama, será el primer presidente negro de EE.UU., al haber superado la barrera de los 270 votos electorales necesarios en los comicios presidenciales celebrados ayer.
Obama -al cierre de esta edición- ha logrado 293 votos electorales en 23 de los 50 estados que componen Estados Unidos. Su rival republicano, John McCain, debe conformarse por el momento con 135 votos electorales en 14 estados.
El triunfo del candidato demócrata se confirmó poco después de las 23 hora local (2 de Argentina), cuando las principales cadenas de televisión lo declararon ganador en los estados de California, con 55 votos; Oregón, con siete, y Washington, con 11.
Su encaminamiento a la victoria había quedado ya claro más de una hora antes, cuando las cadenas de televisión lo declararon el vencedor en los estados clave de Ohio y Pensilvania, sin los cuales McCain se quedaba sin una vía realista para sumar los 270 votos electorales.
El triunfo se confirmó al sumar en su columna dos estados que, como Ohio, en 2004 cayeron del lado del presidente republicano George W. Bush, Nuevo México e Iowa, el estado que lanzó su carrera a la presidencia al darle la primera victoria en las primarias.
A diferencia de años anteriores, estados como Florida no tuvieron en esta ocasión un papel protagonista. El recuento está muy reñido y aún no se ha proclamado un ganador, pero el resultado no ha sido necesario para decidir quién será el próximo ocupante de la Casa Blanca.
Pocos minutos antes, las cadenas de televisión lo habían declarado vencedor en el estado de Virginia, que en los últimos años se ha ido inclinando gradualmente del lado demócrata pero no ha escogido un candidato de ese partido desde 1964, cuando optó por Lyndon Johnson.
Faltan también por decidirse los resultados en otros estados «bisagra», como Carolina del Norte, Nevada, Indiana o Misuri.