Murieron mientras combatían las llamas que se desataron en un depósito de documentos bancarios, en Azara al 1.200. Todos los internados se encuentran fuera de peligro. Los nombres de los nueve fallecidos en la tragedia.
Al menos nueve personas murieron hoy y otras siete sufrieron heridas durante el incendio y posterior derrumbe de un depósito de la empresa multinacional Iron Mountain en el barrio porteño de Barracas, por lo que el gobierno decretó dos días de duelo, informó el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.
El incendio se inició a las 8:30 en Azara 1245, a donde fueron dotaciones de bomberos de la Policía Federal, Bomberos Voluntarios y personal de Defensa Civil que iniciaron las tareas para ingresar al depósito en el que se guardaba documentación médica, comercial y bancaria y archivos de películas y sonido, entre otros rubros.
Vecinos del lugar y testigos del accidente informaron que el primer derrumbe se registró cuando los bomberos intentaron abrir con una amoladora el portón de la planta de almacenamiento, lo que sepultó a varios bajo los escombros. Y a los 15 minutos comenzaron a caer otros tres muros.
Siete bomberos murieron inicialmente y luego fallecieron otros dos que habían sufrido graves traumatismos.
«Escuché un ruido, vi que se movió todo y después vinieron dos derrumbes; me acuerdo de los gritos de los bomberos que veían a sus compañeros quedar bajo los escombros», dijo a Télam uno de los testigos.
El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, y su colega de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, acudieron temprano al lugar para supervisar las tareas y el titular del Same, Alberto Crescenti, coordinó el trabajo de los médicos y el traslado de los heridos a los hospitales.
Seis de los fallecidos eran bomberos de la Policía Federal, otro de un cuerpo de voluntarios y dos eran agentes de la Guardia de Auxilio de la Ciudad, precisaron las autoridades.
Las víctimas fueron identificadas por Berni como Damián Véliz, Eduardo Conesa, Maximiliano Martínez, Anahí Garnica y Juan Matías Montecheli, del Cuartel I de Bomberos de la Policía Federal.
La nómina continúa con el comisario inspector Leonardo Arturo Day, jefe de Departamento Zona I de la Superintendencia Federal Bomberos de la PFA.
En tanto, las autoridades sanitarias de la ciudad de Buenos Aires informaron que los otros agentes fallecidos son Sebastián Campo, de bomberos Voluntarios de Vuelta de Rocha y José Luis Méndez y Pedro Baricola, de la Dirección General de Defensa Civil.
Conesa pertenecía al cuerpo de la Policía Federal y se desempeñaba como voluntario en el cuartel de Lanús Oeste, en el sur del conurbano, informó el municipio de ese partido.
Berni informó que de los siete bomberos heridos por el derrumbe «cuatro quedaban internados en el hospital Churruca, uno en el Argerich, que fue operado durante la mañana, y otro en el Penna».
Luego del mediodía, los bomberos lograron sofocar totalmente las llamas y por la tarde seguían trabajando 100 hombres de los cuarteles 1 y 2 de la Superintendencia de Bomberos; 50 de la Superintendencia de Seguridad Metropolitana; dos autobombas y 20 bomberos voluntarios de San Telmo y 3 autobombas y 30 bomberos del cuartel de La Boca.
También participaba de las tareas personal de Asistencia a las Víctimas de la Policía Federal, que puso a disposición un helicóptero que sobrevolaba la zona, 30 ambulancias del Same y el jefe de la Policía Federal, Román Di Santo.
La fiscal Marcela Sánchez inició en el lugar las actuaciones sobre el siniestro.
La página oficial en internet informó que la compañía a la que pertenecía el depósito donde se registró el incendio fue fundada en 1951 en Estados Unidos como Iron Mountain Atomic Storage, y se expandió con la compra de otras empresas, mayormente en los `80.
En los `90, la firma se posicionó a nivel mundial y comenzó a cotizar en la Bolsa de Nueva York, en el 2000 ingresó al mercado latinoamericano, y desde 2006 es miembro de la calificadora de riesgo Standard and Poor (S&P).
Los servicios que presta IRM van desde proteger «algunas de las piezas más valiosas de la historia, tesoros culturales, documentos y registros médicos», a brindar «soluciones únicas durante todo el ciclo de vida de la información y para todos los formatos».
Para ello cuenta con «instalaciones de alta seguridad, procesos optimizados y un equipo de profesionales altamente calificados», asegura IRM, que esta tarde lamentó en un comunicado «el evento trágico», destacó la labor de «los valientes socorristas», deseó «una recuperación pronta y completa» a los heridos y comprometió su apoyo a la investigación.