El domingo 7 de septiembre los vecinos del Partido de la Cesta eligieron y lo hicieron con contundencia: la nadadora de aguas abiertas en formación Marcela González será, desde el próximo 10 de diciembre, una de las nuevas protagonistas del Honorable Concejo Deliberante.
Su espacio, La Libertad Avanza, se alzó con tres bancas que, sumadas a las dos ya existentes, completan cinco escaños. Una cifra interesante, aunque insuficiente para alcanzar la mayoría propia: la tropa libertaria tendrá que ensayar más en el arte del “nado sincronizado” de las alianzas que en la pileta.
González, sin embargo, llega con una consigna clara: “bajar las tasas municipales”. Durante la campaña sostuvo que los impuestos locales dejaron de ser una obligación ciudadana para convertirse en “una tortura medieval con sello municipal”.
Tasas y “tazas”
El humor no faltó en los pasillos tras el resultado electoral. Algunos empleados del Concejo bromean con que la flamante edil no solo cuestionará las tasas, sino también las “tazas” de café que acompañan las sesiones, un juego de vajilla que llegó en 1983 junto con la democracia. “Poco de porcelana tienen”, ironizó un veterano ordenanza, recordando el valor simbólico de esas piezas.
Mientras tanto, el oficialismo ya prepara las cucharitas para revolver la interna, sabiendo que enfrente tendrán a una concejal de sonrisa amable y discurso suave, pero con el sello ideológico de Javier Milei, su referente político.

¿Brazada firme o aguas turbias?
La incógnita que se abre es si González podrá cumplir con su promesa de aliviar la carga impositiva en un Concejo donde cada aumento de tasas es defendido como patrimonio cultural. ¿Logrará imponer su brazada en las aguas turbulentas de la política local o quedará atrapada en una regata interminable de negociaciones opositoras?
Lo cierto es que, entre tasas, tazas y tensiones, el Partido de la Cesta se prepara para una temporada de sesiones que promete más espuma que un mate lavado.
Lo cierto es que, entre tasas, tazas y tensiones, en el Partido de la Cesta se prepara una temporada de sesiones que promete más espuma que un mate lavado.