Desde el 1° de julio aumentan los impuestos a la nafta y el gasoil. La medida, que se completará en agosto, llega en el peor momento económico del año para el Partido de La Costa, con turismo en baja, menos circulación y bolsillos ajustados
El aumento impositivo será trasladado gradualmente a los surtidores, lo que implicará subas en el precio final del combustible. Se estima un impacto que podría superar el 7 % acumulado en los próximos 30 días.
En plena temporada baja, cuando comercios, trabajadores y familias costeras enfrentan el menor nivel de ingresos del año, el incremento encarece no sólo el traslado, sino también el abastecimiento y el costo de vida general.
Con muchas personas que dependen del auto para movilizarse entre localidades, la suba de combustibles representa un golpe directo al bolsillo en un contexto de ajuste sostenido. Comerciantes locales advierten que el aumento también afectará el precio de productos que llegan desde centros urbanos.
En un invierno difícil, y con la economía regional en pausa, este nuevo ajuste suma presión a una comunidad que ya viene resistiendo.
