El Colegio Inmaculada Concepción de San Clemente del Tuyú celebró sus 70 años

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El Colegio Inmaculada Concepción de San Clemente del Tuyú celebró su 70° aniversario con un acto muy emotivo junto a docentes, directivos, estudiantes y familias que formaron parte de la institución a lo largo de su trayectoria.

Cuenta la historia que desde 1936, las hermanas ya se habían instalado en ese lugar y habían empezado a trabajar con niños de la comunidad, enseñándoles bordado y costura; tras identificar la necesidad de un centro educativo, el proyecto se pudo concretar en 1954.

Como exprofesor del colegio, el Intendente Juan de Jesús fue parte de los festejos y destacó: “70 años parece un montón, pero a uno que le ha tocado ser contemporáneo de esto, de verlo crecer, es para destacar la constancia, la perseverancia, la formación de tantos jóvenes que han salido de esta institución y hoy llevan los valores de la vida, los valores cristianos, los valores sociales”.

En el inicio del acto conmemorativo el Párroco, Julio Aguiar dio la bendición al faro que representa el símbolo de la institución y a todos los presentes. A continuación, en el acto central se entregaron diplomas de reconocimiento a las maestras, profesionales que ya se jubilaron e incluso a quienes forman parte en la actualidad. Se recordó con mucho cariño junto a toda la comunidad educativa del Instituto Inmaculada Concepción a la hermana “Emily”, quien acompañó desde su fundación.

Una vez en el patio, los niños y niñas abrieron un regalo sorpresa que contenía una campana igual a la que usaban allí en los inicios de la escuela. No faltaron las danzas folclóricas a cargo de los y las estudiantes, la murga integrada por alumnos del secundario y el baile al compás de los instrumentos de los niños y niñas del primer nivel de jardín de infantes.

La representante legal del Colegio, Miriam Calvo, expresó: “Siete generaciones hemos formado de alumnos en este establecimiento. Miles de alumnos que han dado servicios a la comunidad porque tenemos desde comerciantes, profesionales, gente que trabaja en oficio, todo tipo de formación han tenido. Muchos, en su mayoría, los que permanecen dentro de la comunidad sanclementina, siguen mandando sus hijos acá. Para nosotros encontrar que hoy nuestros exalumnos manden a sus hijos o a sus nietos al colegio es una caricia al alma”.