El hecho se conoció hoy en el trascurso del día pero, aparentemente, fue anoche cuando una vecina realizó el descubrimiento. Pasó en San Clemente del Tuyú.
Hace algunos meses Débora Cesar había compartido una publicación en su cuenta personal de Facebook solicitando ayuda a la comunidad con el objetivo de encontrar a una «petisa y su potrillo» que se habían perdido.
Luego de varios semanas sin novedades, la búsqueda cesó ya que según la propia mujer no tenían ningún «rastro» de los animales hasta que ayer por la tarde les llegó la información de que una persona tenía los equinos escondidos en su domicilio ubicado en la zona de calle 79 y 90 de la localidad de San Clemente.
Ante la precisión del dato, alertaron a las fuerzas de seguridad y se dirigieron al lugar donde dieron con un hombre de entrada edad que se hizo «el desentendido» y aludió que estaba apresurado porque tenía que «irse».
Aquí es cuando, según el relato de Débora, el masculino «se va para el fondo de su casa donde empieza a tirar bolsas que tenía en un freezer», como deshaciéndose de la evidencia que lo comprometiera.
«Al acercarnos vimos que era carne de caballo, por lo cual ya había matado a la petisa para hacer salamines y al potrillo lo tenia encerrado en un galpón engordándolo para seguir el mismo camino que su madre«, afirmó.
«Se hizo la denuncia, al costado de su casa está el esqueleto de la petisa«, agregó la residente sanclementina en la publicación efectuada por las redes sociales y luego finalizó indignada: «Encima se escapó en la madrugada teniendo un policía afuera de su casa. Vino, soltó el caballito, limpió todo y se escapó el garca».
Por último la costera lamentó la situación, sobretodo por los dos niños que se criaron de pequeños junto al animal al cual habían tomado un gran afecto. «Dejaste a dos nenes llorando por tu maldad», sentenció.
