El arquitecto Ricardo Reggiani contó el estado de situación actual del rubro en el marco de una fuerte caída y de los procesos que se han ido llevando a cabo para reactivar las obras.
Reggiani sostuvo que “el golpe” que generó el brote de COVID-19 ocasionó, como en todos los sectores, una parálisis casi total pero de a poco comienza a habilitarse nuevamente los trabajos.
En ese sentido, afirmó que probablemente se va a producir un retroceso y tardanzas en la finalización de las construcciones que puede provocar conflictos que van desde la contratación con los propietarios así como hasta el deterioro de la obra.
Además se refirió a la posibilidad de una ayuda por parte del estado municipal a partir del deslinde impositivo: “Cualquier beneficio que se pueda otorgar a la construcción, me parece que va a ser bueno para tratar de reactivarlo”.
Por último aseveró que ya hay un cambió en los quehaceres laborales diarios y que los protocolos llegaron para quedarse.