Durante el verano la exposición al sol debe ser cuidadosa y se aconseja que tanto los niños como los adultos mayores eviten permanecer al sol, específicamente en la franja de las 10.00 hasta las 16.00. Asimismo, se recomienda alimentarse con frutas y verduras, y vestir ropa clara y fresca.
En el caso de los bebés menores de seis meses de edad, se recomienda que la mamá le dé el pecho con mayor frecuencia que la habitual. En cuanto a los niños mayores de seis años, es conveniente ofrecerles líquidos en forma constante para evitar la deshidratación.
RECOMENDACIONES PARA TENER EN CUENTA
-Reducir la exposición a altas temperaturas: usar gorros y en lo posible no exponerse al sol, usar poca ropa, liviana y clara. Usar pantalla solar.
-Asegurar una buena hidratación, sobre todo en bebés, niños, embarazadas, ancianos y deportistas.
-Implementar medidas para reducir la temperatura corporal: enfriar los ambientes, bañarse con agua fresca con frecuencia.
-No realizar actividades físicas intensas en horarios de sol intenso y con altas temperaturas.
-Aumentar los controles de presión arterial en ancianos y en quienes estén recibiendo tratamiento con antihipertensivos o diuréticos.
-Prestar atención a signos de deshidratación: bebé con llanto excesivo, disminución de la cantidad de orina, somnolencia, rechazo de los alimentos, hundimiento de los ojos, lengua seca.
-Golpe de calor: fiebre, somnolencia o excitación, presión baja, signos de deshidratación.
-Ofrecer bebidas con frecuencia a bebés y ancianos porque ellos no pueden expresarse fácilmente cuando tienen sed.