Se realizan controles gratuitos de hepatitis C en el Hospital de Mar de Ajó, mediante la extracción de sangre de manera voluntaria a quienes lo deseen.
Los controles se realizan en el laboratorio del Hospital, de 8.00 a 9.00 , y al ser una enfermedad que generalmente no presenta síntomas, es recomendable su realización una vez en la vida. “Estamos trabajando frente a la detección de la hepatitis C como lo hicimos el año pasado”, señaló Viviana Novarese, especialista en infectología del sistema de Salud de la Municipalidad de La Costa.
Por su parte, Analia Boschi agregó que la enfermedad “es viral y se transmite por vía sanguínea, y al no presentar síntomas un paciente puede tener hepatitis C y no saberlo”.
Al respecto, Novarese afirmó que “estos controles son importantes para todos aquellos que hayan recibido una transfusión de sangre antes de 1992, o se sometieron a procedimientos médicos odontológicos, además de adicciones o tatuajes en lugares no seguros”.
La especialista en infectología agregó que el progreso de esta enfermedad puede derivar en una situación hepática crónica irreversible.
QUÉ ES LA HEPATITIS C Y CÓMO SE TRATA
El hígado es el órgano más grande dentro del cuerpo humano y ayuda al organismo a digerir los alimentos, almacenar energía y eliminar las toxinas. La hepatitis es una inflamación del hígado y la hepatitis C, es causada por el virus VHC.
Por lo general, la hepatitis C se disemina a través del contacto con sangre infectada, y también puede contagiarse a través de las relaciones sexuales con una persona infectada y de madre a hijo durante el parto o con transfusiones de sangre.
La mayoría de las personas que están infectadas con hepatitis C no tienen síntomas durante muchos años aunque en algunos casos se presenta como una gripe leve. El paciente infectado puede llegar a tener ictericia, una coloración amarillenta de la piel y los ojos, orina de color oscuro y deposiciones pálidas.
Con un análisis de sangre se puede saber si una persona tiene el virus. En general, la hepatitis C no mejora por sí sola. La infección puede durar toda la vida y producir cicatrización del hígado o cáncer de hígado con la necesidad en casos graves de un trasplante hepático.