Preocupa la falta de médicos y enfermeras en hospitales de la zona

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(fuente: diario La Capital Mar del Plata)
La falta de recursos humanos complica la atención en hospitales y centros de salud. Los bajos sueldos de los estados municipales hacen más rentable la actividad en el sector privado.

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Casi de manera cotidiana la información periodística refleja los conflictos y deficiencias que presenta la atención de la salud en los hospitales públicos y centros asistenciales. Así, el rol protagónico en el sistema más esencial para la comunidad lo acaparan la falta de insumos, los reclamos salariales y el esfuerzo que realizan -tanto los profesionales como el personal auxiliar- para poder desempeñarse bajo circunstancias adversas.Mientras tanto la población, en su paciente sala de espera, recibe una prestación estatal que no resulta suficiente.En este panorama, desde hace tiempo los efectores de salud municipales afrontan un crítico cuadro de situación: la carencia de recursos humanos.Como se sabe, en Mar del Plata funcionan dos nosocomios provinciales de alta complejidad -el Interzonal General de Agudos y el Materno Infantil- que deben cubrir la demanda específica de toda la región. Pero tanto en esta ciudad, con las salas de atención primaria, como en las localidades de la zona que en su mayoría poseen hospitales comunales, la realidad del servicio es mucho más grave.En este contexto, LA CAPITAL realizó un sondeo por los principales distritos del sudeste bonaerense que arrojó diferentes aristas, aunque tuvo un común denominador: «Por más que se abran concursos y se dispongan cargos hacen falta médicos, facultativos de diversas especialidades, pediatras y, sobre todo, psiquiatra en los centros asistenciales estatales».De esta manera coincidieron las fuentes consultadas en el Partido de La Costa, General Pueyrredon, Dolores, Balcarce, Miramar y Pinamar. En tanto, el caso extremo ocurre en Tandil, donde hace una semana se inauguró un flamante Hospital de Niños de alto nivel, en un nuevo edificio que posee aparatología de primera tecnología pero todavía no puede comenzar a funcionar con normalidad, justamente por no contar con los recursos humanos esenciales (ver aparte). Según la opinión de profesionales y funcionarios, los bajos sueldos de los municipios sumado a las características del desempeño cotidiano y la formación durante la residencia (ver aparte) hacen que sea más rentable trabajar en el sector privado. En Mar del PlataConsultado por este diario, el secretario de Salud de General Pueyrredon, doctor Alejandro Ferro, consignó que en las salas de atención primaria de Mar del Plata se abrirá un llamado a concurso para cubrir 51 cargos profesionales que en su mayoría se destinarán a los turnos tarde de médicos clínicos, pediatras y enfermeras. Sin embargo, reconoció que «seguramente no alcanzará para satisfacer la amplia demanda en la oferta de salud, porque tenemos un déficit muy grande que trataremos de ir resolviendo, pero será un proceso».En tanto, coincidió con sus pares de la zona en que el tema más severo es la falta de recursos humanos que «se da en el área de salud mental».»Es particularmente serio lo que ocurre con los psiquiatras, porque tenemos vacantes que no podemos cubrir dado que no se presentan. Eso sucede por que es mucho más rentable el consultorio privado. Y también está empezando a complicarse la situación con la pediatría», explicó el doctor Ferro.Según el responsable del área en Mar del Plata, hubo un proceso durante las últimas décadas que conllevó a esta situación. En ese sentido enumeró a los sueldos que quedaron relegados, las políticas neoliberales que apuntalaron la medicina privada en detrimento de la prestación estatal, facultativos que fueron utilizados políticamente y la pérdida del nosocomio público en su rol de formador.»Hoy cubrir un puesto público no sólo implica un costo económico, sino también un grado de exposición ante problemáticas sociales, con casos de violencia y eso también perjudica a la asistencia pública de la salud», dijo.Y recordó que «años atrás, cuando yo empecé a ejercer la medicina alcanzar un puesto en el hospital era la meta, no sólo por el prestigio o el rédito económico, sino también por la formación que se adquiría».»En cambio hoy -continuó- en ese lugar fueron avanzando muchas instituciones privadas». Asimismo, consideró que la situación se puede revertir con un plan de salud acorde y opinó que en este panorama «tampoco los colegios de médicos estuvieron a la altura de la circunstancia para que la salud pública se mantenga en su más alto estándar». Por último, el doctor Alejandro Ferro indicó que «hoy no es fácil conseguir un médico para que se suba a una ambulancia». «En síntesis, los profesionales deben enfrentar a diario agresiones, carencias de insumos, falta de respuestas del Estado y juicios de mala praxis. Todo eso fue minando esta situación», concluyó el funcionario.Propuesta de La CostaVale mencionar que en diversos contactos con LA CAPITAL, este tema fue planteado hace meses por autoridades del Partido de La Costa. Desde ese municipio no sólo vienen trazando un diagnóstico de situación sino que también impulsan acciones para intentar revertir la realidad hospitalaria municipal.Al respecto, el director de Gestión de Salud, Cristian Rossi indicó que «la problemática que observamos es en el recurso humano, no sólo en el financiamiento del Estado para contratarlo sino también en la responsabilidad contractual del mismo».Tras sostener que en su distrito hacen falta pediatras, ginecólogos, psiquiatras, cirujanos y emergentólogos, Rossi cuestionó: «En La Costa conseguimos cinco tomógrafos, ¿pero quién los maneja?». Y graficó que «la mayoría de la gente se pone contenta cuando llega un tomógrafo, pero la realidad es que de 400 pacientes que ingresan sólo 15 requieren el servicio de ese equipo, el resto necesita un médico».Vale mencionar que en ese partido el 100 por ciento de la accidentología se atiende en los tres hospitales municipales.En ese sentido, el funcionario comunal opinó que «el problema es la subestimación en la política general a todos los actores de salud. Y un claro ejemplo son las licitaciones de las autovías». «En el Partido de la Costa tenemos un alto índice de accidentología durante el verano, tanto en rutas como en las calles internas por la afluencia turística. Sin embargo nadie nos preguntó qué se necesita o a dónde deberían instalarse los puestos de ambulancias. La privatización la trata el Ministerio de Infraestructura pero no el de Salud, por ello creo que debemos corregir esto para las próximas licitaciones», destacó.Y recordó que «todo esto ya lo planteó el diputado provincial Juan de Jesús (titular de la comisión de Salud de la Cámara baja y ex intendente de La Costa)».Tras considerar que la salud hay que financiarla, mencionó ejemplos para volcar recursos genuinos para mejorar el salario de los empleados que ya están y para incorporar lo que está faltando.»Nuestra propuesta es trazar un cuadro sobre la situación contractual y tener como alternativa la figura del estudiante becado. Es decir el universitario que se forma en una casa de altos estudios pública que elija la especialidad que necesita el Estado, quien fue el que financió su carrera», ejemplificó.Al respecto, agregó que en la Municipalidad de La Costa «estamos delineado un sistema de becas para muchos estudiantes, pero intentamos que no todas sean de abogacía».Asimismo, ante la falta de recursos Rossi explicó que «contamos con algunos empresarios que son benefactores del sistema de salud y hemos tenido que detener el pedido de beneficencia en lo que es aparatología porque en realidad hacen falta profesionales» «En nuestro medio, el diputado De Jesús ya marcó a lo que se tiene ir en materia de nuevos tipos de contrataciones y salir de la hegemonía netamente de la decisión médica y de los colegios sobre las especialidades que se necesitan», concluyó el director de Gestión de Salud.Areas críticas en DoloresEl secretario de Salud de la Municipalidad de Dolores y director del Hospital San Roque, Roberto Capiel, trazó para LA CAPITAL un panorama sobre las necesidades y coberturas que caracterizan la situación actual de ese centro de Salud.Capiel comenzó señalando que, a diferencia de lo que sucede en otros lugares de la provincia, no se han planteado en Dolores conflictos con los anestesistas. Entre los médicos de esta especialidad y la salud pública existen problemas de tipo gremial, referidos a la diferencia de salario que se cobra en ámbitos privados y estatales. En cuanto a las áreas que denominó «críticas» se refirió especialmente a pediatría y salud mental. «En este momento tenemos tres pediatras en el hospital y necesitaríamos por lo menos dos más para cubrir los cinco días de la semana», indicó. Señaló como logro el hecho de que se haya podido nombrar una pediatra que trabaja en las salas de atención primaria de la salud y la incorporación de una nutricionista infantil. Pero la falta de pediatras es remarcada como un hecho importante.En el campo de la salud mental, la problemática es importante, porque si bien hay profesionales para atención de niños y adultos, existe una lista de espera que no favorece la rápida y efectiva atención de los pacientes. «Estamos tratando, también, la necesidad de incorporar un psicólogo de adolescentes», atendiendo a las especiales situaciones por las que están atravesando en nuestra sociedad los jóvenes de esa franja etaria. Otro sector descubierto es el de diagnóstico por imágenes. «Tenemos tres ecógrafos y no los podemos usar por la falta del recurso humano médico», explicó. Guardias y violenciaCapiel se extendió sobre el tema de la violencia que están sufriendo los médicos, especialmente los de guardia. Por un lado, dijo, hay un sólo profesional para atender las emergencias, las salas y las terapias intensivas, lo que provoca una sobreexigencia que suele generar situaciones de violencia contra el médico. Narró una situación típica: una guardia donde hay cinco pacientes esperando y llega un accidentado, «tenemos accidentes en moto día por medio», explicó. Entre el reclamo de ser atendido inmediatamente por el paciente y la disponibilidad del médico que atiende suele generarse una tensión que, en varias oportunidades, ha terminado en agresiones físicas.Si a estas presiones se suma el hecho de que el sueldo de una guardia de 24 horas es de 400 pesos, se comprende que resulte difícil conseguir médicos que cubran esas guardias. También Capiel acusó a la anterior gestión de haber producido un éxodo de médicos, y «médico que se va de un hospital no vuelve, porque la parte privada es más rentable».»En estos seis meses nos hemos dedicado a reorganizar el hospital y ahora queremos acentuar el trabajo en las salas periféricas», señaló. La regionalizaciónEl hospital San Roque actúa, de hecho, como un hospital regional. Recibe los accidentados de las rutas 2 y 11 baste recordar el terrible accidente de un colectivo y un tren en marzo pasado- y, además, enfermos y pacientes quirúrgicos de otras localidades de la zona. «Hemos firmado convenios con la municipalidades de Pila y Castelli, por lo que nos proveen de los materiales descartables, pero eso sólo no alcanza», dijo el secretario.Tradicionalmente, ha sido una lucha de años la de lograr que se provincialice el hospital o que, por lo menos, el aporte de provincial sea importante.Sin embargo, Capiel resaltó la relación con las autoridades de salud a nivel bonaerense, puesto que, estimó que «en estos seis meses hemos recibido alrededor de un millón de pesos», con destino al equipamiento, remodelación, construcción de shock room y ambulancia. Pediatría en MiramarBásicamente en General Alvarado, las áreas de la salud están bien distribuidas y con la cantidad necesaria de profesionales, teniendo en cuenta que de acuerdo a la población existente en el distrito, tiene características de «baja complejidad».»Tenemos las especialidades básicas bien cubiertas, como así también las correspondientes a derivación común o consultorio externo. En la guardia están dos médicos clínicos, el pediatra y un terapista. Igualmente nos estaría faltando un gastroenterólogo y neumonólogo de adultos», dijo el director del nosocomio, local, Federico Moreira.En la actualidad hay un plantel de 57 médicos y 32 enfermeros, no obstante el déficit más importante, con respecto al recurso humano, se manifiesta en el área de emergencias, dentro de la pediatría. «Los profesionales de la salud, no son reconocidos, de acuerdo a la relevancia de su función. No hay un control específico del valor de la guardia y las clínicas privadas aumentan sueldos hasta donde le cierran los números y siempre son mejores a establecimientos públicos», se explayó, Moreira.En BalcarceEn Balcarce faltan especialidades médicas específicas como psiquiatría y radiodiagnóstico.Al respecto, el director del Hospital Municipal de Balcarce, Vicente Maggi, le solicitó al Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires que busque las alternativas necesarias para formar profesionales en aquellos recursos críticos que conflictúan la respuesta que le deben dar a la población. De esta manera, el titular del nosocomio «Felipe A. Fossati» denunció un faltante de formación en algunas especialidades médicas que redunda en que a veces no se pueda lograr la cobertura deseada. Las mismas corresponden a psiquiatría y radiodiagnóstico, en especial tomografistas. Los pocos profesionales en las categorías antes mencionadas provocan también una especie de presión en lo remunerativo, ya que se diferencian en los contratos laborales con el resto de sus pares. Maggi precisó que «desde hace muchos años atrás el enchufe se paga mucho más que la capacidad intelectual. Es decir, si bien las responsabilidades son similares gana mucho más aquel que haga uso de aparatología que un clínico o un pediatra». El director del nosocomio apuntó entre comillas que «se han formado determinadas corporaciones en especialidades que le imponen a uno factores remunerativos distintos al resto». Esta situación provoca que el responsable del funcionamiento de un centro asistencial del Estado deba realizar ingenierías financieras, matemáticas y legales para que puedan realizarse estas especialidades y al mismo tiempo intentar que los demás profesionales no se molesten por la diferencia salarial. Por último, el doctor Maggi aseguró que las restantes especialidades se encuentran cubiertas y en un marco de satisfacción en cuanto a calidad y cantidad. En total son 110 los profesionales que se desempeñan en el centro asistencial y en nueve salas de atención primaria divididas entre el ejido urbano y la zona rural. También «es una cuestión de formación»Entre las diferentes aristas que conlleva la problemática generada por la falta de recursos humanos en la atención de la salud pública, algunos funcionarios mencionaron la formación de profesionales en hospitales de alta complejidad a quienes les resultaría más dificultoso desempeñarse en centros asistenciales más básicos.Al respecto, el director del hospital «Marino Cassano» de Miramar, Federico Moreira, opinó que «es un problema que tiene la provincia de Buenos Aires en general». «Es una cuestión de formación, las residencias no contemplan las estructuras de los hospitales pequeños. Se forman en un hospital complejo, bajan poco a la guardia ya que tiene un profesional que asiste la urgencia y entonces el pediatra absorbe un paciente ya evaluado previamente», agregó. «Le falta ese primer contacto directo, además en un nosocomio de alta complejidad tiene el cirujano, traumatólogo, ecógrafo y los demás servicios. Cuando sale de esa formación y cae en hospitales más pequeños, con menor estructura se encuentra descubierto, sin poder resolver muchas situaciones», destacó Moreira.Por su parte, el director de Gestión de Salud del Partido de la Costa, Cristian Rossi explicó que en ese distrito «tuvimos que traer cuatro parejas de médicos procedentes de Chilecito, Ingeniero Ledesma, Entre Ríos y una pediatra de Neuquén».»Sucede que en los grandes hospitales escuela de Buenos Aires producen muchos profesionales de avanzada para el Garrahan o en el Hospital de Niños pero a 60 kilómetros de la grandes ciudades les parece que están en el campo», manifestó.Asimismo, sostuvo que «estamos apuntando a la atención primaria de la salud y esos médicos si no tienen un tomógrafo no pueden diagnosticar. Entonces, si no tenemos un pediatra que baje a los barrios contamos con un sistema de promotoras de salud. Ellas recorren los barrios, ven dónde está la problemática y los derivan al médico», señaló Rossi.